Nombres comunes:
Amaru, Machakway, Serpiente, Culebra, Sucuri, Boiaçu (Portugués), Katari (Aymara), Dapi (Awajun), Ronin (Shipibo-Conibo), Maranki (Asháninka), Mboi Jagua (Guaraní)
Nombre científico:
Eunectes murinus
Anaconda. Fuente: Wikipedia.
Si el felino y el ave más poderosos de las Américas se encuentran presentes en Chavín de Huántar -respectivamente el Jaguar y el Águila Harpía- se extrae entonces que la serpiente representada debe ser también la más poderosa en el hemisferio occidental y del mundo: la Anaconda.
En el centro ceremonial las serpientes son ubicuas en casi toda la iconografía encontrada a la fecha, en forma de cabellos, plumas, cinturones, flujos nasales, arrugas, colas y más. Y no solamente se hallan incorporadas en piezas impresionantemente únicas como la Gran Huanca y el Obelisco, sino que también se encuentran por sí solas y en pareja en la Escalinata de las Serpientes (ver foto abajo), en el friso de la esquina suroeste del Templo Nuevo (ver iconografía más abajo) y en una piedra labrada en el inicio de la escalera que conduce a la Galería Doble Ménsula, luego de cruzar el pasaje hacia la Galería de las Columnas.
Escalinata de las Serpientes, en el ingreso a la plataforma a los pies del Templo Nuevo, Centro Ceremonial Chavín de Huántar. Fotografía por Viviana Quea.
La dualidad ofídica en los tres lugares mencionados en el párrafo anterior simplemente confirma la cualidad mística del Templo. El concepto de yanantin u oposición complementaria se manifiesta también en estas serpientes pareadas y no sólo en la portada de las Falcónidas, el Obelisco Tello, en la Escalinata Blanca y Negra, y en las manos del ser representando en la Gran Huanca, entre otros lugares conocidos y por conocer.
Serpientes en pares se han encontrado en el material cultural de otros lugares del mundo y representan la complementaridad de los opuestos: masculino/femenino, día/noche, sol/tierra, blanco/negro, luz/oscuridad, calor/frío, arriba/abajo, actividad/pasividad, exterior/interior, orden/caos, vida/muerte, hanan patsa/uran patsa, y más. Si bien las evidencias en Chavín indican claramente que manejaban la representación de este concepto, es difícil conocer la definición que se manejó en este lugar hace ya más de 3000 mil años. Sin embargo, ya más tardíamente en el siglo VI a.C tanto Heráclito en Europa como Lao Tse en China desarrollaban por escrito este concepto de una manera que podría extrapolarse al Horizonte Temprano. Heráclito de Eféso escribió sobre la unidad de los opuestos mientras que Lao Tse lo plasmó en el Tao te king.
Iconografía de serpientes en el friso de piedra ubicado en la esquina suroeste del Templo Nuevo, Centro Ceremonial Chavín de Huántar.
Esta dualidad es la que tanto describe Jeremy Narby (1995) en su interesante libro La Serpiente Cósmica: El ADN y los Orígenes del Conocimiento. Narby argumenta que la representación de la serpiente doble también la vemos en la doble helice del ADN, y que juntas son la serpiente cósmica, ni masculina ni femenina, el principio vital.
La dualidad complementaria también se expresa en las prácticas chamánicas universales, actividades que en Chavín fueron usuales dadas las representaciones iconográficas de plantas maestras y la arquitectura del centro ceremonial. Durante el trance chamánico, las sacerdotisas y sacerdotes expertos en estas prácticas lograban desdoblarse, separando el cuerpo material del cuerpo espiritual para lograr entrar en relación con el mundo de arriba (Hanan Patsa) o con el mundo de abajo (Uran Patsa). Al mismo tiempo, este desdoblamiento involucraba la disociación de la conciencia: una parte de esta recuerda lo que ocurre en el mundo ordinario mientras que la otra viaja e interactúa con ese mundo alterno, muchas veces a través de la incorporación de un animal de poder, por ejemplo, la serpiente.
Joseph Campbell (1994: 45), experto en mitos de todas las latitudes, sostenía que la serpiente simbolizaba la vida dejando atrás su pasado para continuar viviendo:
la serpiente cambia de piel para nacer de nuevo, como la luna deja su sombra para nacer de nuevo. Son símbolos equivalentes. A veces la serpiente se representa como un círculo devorando su propia cola. Esa es una imagen que representa la vida. La vida brotando generación tras generación, para nacer otra vez. La serpiente representa la energía inmortal y la conciencia comprometidas con el paso del tiempo, constantemente superando la muerte y renaciendo. Hay algo tremendamente aterrador en la vida cuando se mira de esta manera. Y entonces, la serpiente comprende tanto la fascinación por la vida como el terror hacia la vida.
En el budismo tibetano, los ‘nagas’ son serpientes divinas relacionadas a los océanos y fuentes montañosas de agua. El agua simboliza a la sabiduría primordial y también la fertilidad. Muchos templos se construyeron cerca de manantiales para adorar a los nagas y fueron grandes centros de peregrinación.
> Nāgārjuna, el segundo buda, recibió la iluminación y el empoderamiento tántrico con la ayuda de los nagas mientras meditaba en las orillas de un lago. Es por eso que se lo representa con serpientes en la cabeza. Fuente: Wikipedia
En el hinduismo, a través de prácticas como el yoga es posible liberar la energía kundalini, representada por una serpiente, logrando la iluminación espiritual o el despertar de la conciencia interior, trayendo consigo pura felicidad, pura sabiduría y puro amor. Viegas y Berlanda (2012: 280), añaden lo siguiente sobre la universalidad del simbolismo de la serpiente:
Más allá de los recurrentes mitos amazónicos, no hay duda de que la serpiente ha dado pie en todo el mundo a más cultos y leyendas que el resto de los animales. Los nativos de Norteamérica la consideraron mensajera espiritual entre los mundos superior e inferior; en China es uno de los animales del zodíaco; en el cristianismo es el mal si está enroscada en el Árbol de la Ciencia y es Cristo si se la representa en el Árbol de la Vida; entre los aztecas aparecía emplumada: Quetzalcoatl, y con el nombre de Kukulkán los mayas se la ingeniaron para que en el templo de Chichén Itzá su sombra reptante descendiera del cielo en cada equinoccio; aparecieron como compañeras mágicas de Ishtar, diosa babilónica de la fertilidad; y con idéntico sentido en las islas del Pacífico.
Anne Marie Hocquenghem (1997: 265), explora el simbolismo de este animal sagrado en las culturas amazónicas:
Las informaciones etnológicas sobre la ceja de selva permiten profundizar la naturaleza de la relación entre los ancestros y las ‘serpientes’. El agua que corre y forma un río, el agua ligada con el dueño del trueno, es una ‘serpiente’, al igual que el relámpago y el arco iris. Esa ‘serpiente’, sustancia vital de los ancestros, es el agua de vida, de regeneración y la ‘serpiente’ animal que se transforma cambiando de piel, simboliza la inmortalidad. De ese modo, en el sistema indígena de pensamientos simbólicos, está establecida una relación metonímica entre los ancestros y las ‘serpientes’ que representan su inmortalidad.
¿Qué más se puede contar acerca de la serpiente? Quienes han participado en ceremonias de Ayahuasca, tal vez se hayan relacionado de alguna manera con el espíritu de esta planta representado también por la serpiente. ‘Ayawaska’ viene del Quechua y significa ‘Soga de los Espíritus’. Esta planta es la madre de todas las plantas y es una madre mítica a la que no se le puede esconder nada. A la serpiente madre, como a la vida y a la muerte, hay que respetarla, más no temerla.
Carlo Brescia, Enero 2013.
Estela con ser antropomorfo con cabellos de serpiente, encontrada por Marino Gonzáles en la Plaza Menor, frente al Pórtico de las Falcónidas. Actualmente en el Museo Nacional Chavín. Fotografía por Viviana Quea.
Serpientes en la Gran Huanca, Galería del Lanzón, Centro Ceremonial Chavín de Huántar. Fuente: CyArk.
Representación de una anaconda alimentándose de un ronsoco o capibara. Fuente: Wikipedia.
Post relacionados:
– La Fauna Sagrada de Chavín: El Jaguar
– La Fauna Sagrada de Chavín: El Águila Harpía
BIBLIOGRAFÍA
CAMPBELL, Joseph y Bill MOYERS
1988. Power of Myth. New York: Doubleday.
HOCQUENGHEM, Anne Marie
1997 [1994]. Capítulo XI – Los colmillos y las serpientes – La autoridad absoluta de los Anestros. En: RUEDA, Marco V. y Segundo MORENO (recopiladores). Cosmos, Hombre y Sacralidad – Lecturas dirigidas de Antropología Religiosa. Quito: Gráficas ARPI, p. 257-266
NARBY, Jeremy
1995. Le serpent cosmique, l’ADN et les origines du savoir. Ginebra: Ed GEORG.
VIEGAS, Diego R. y Néstor BERLANDA
2012. Ayahuasca, Medicina del Alma. Prólogo de Jacques Mabit. Buenos Aires: Editorial Biblos.