MITO 4. Los sacerdotes del Centro Ceremonial de Chavín de Huántar utilizaban el Cactus Trichocereus como parte de la parafernalia para manipular los valores, actitudes y comportamientos de los peregrinos y locales en beneficio propio a través del terror.
Portada de las Falcónidas: las dos columnas circulares muestran cada una en su superficie representaciones de dos seres míticos (dragones), uno masculino y otro femenino. Fuente: CyArk.
Concebir al pasado como un tiempo realmente maravilloso atribuyéndole características paradisíacas sin espacio para imperfecciones o anomalías –la ‘Utopía Arcaica’– es tan simplista como lo opuesto: el pasado como aquel tiempo remoto en donde las condiciones de vida son realmente malas. Tal imaginario sobre el pasado, ya sea utópico o distópico, funcionan muy bien en nuestra imaginación (y en el discurso de algunos políticos) pero como suele demostrar la ciencia: la realidad suele tener muchos más matices. En palabras sencillas: las cosas no pueden ser solo blancas y negras. El imaginarnos que a finales del periodo denominado Formativo existió un culto en el centro de los Andes que logró una hegemonía cultural a través del miedo es el producto de esa búsqueda tan humana –racional e irracional– de intentar explicar lo que no se conoce.
El mito de los sacerdotes manipuladores se está haciendo relativamente popular en la actualidad entre algunos estudiosos e interesados en la cultura Chavín. Al parecer es la influencia del materialismo histórico el proponer que los sacerdotes Chavín diseñaron e implementaron mecanismos para el desarrollo y ejercicio del poder para su propio beneficio a través de la siguiente parafernalia e infraestructura:
– el diseño arquitectónico (plazas, escaleras, portales, galerías y canales subterráneos);
– el sonido de las trompetas (elaboradas a partir de las caracolas de Strombus galeatus);
– el arte escultórico en piedra (en columnas, estelas, frisos, cabezas clavas, etc.);
– la iluminación exterior e interior;
– una estructura ritual acorde con los supuestos objetivos de los sacerdotes (imaginados por los arqueólogos que la proponen);
– un sistema de creencias inspirado en tradiciones chamánicas del pasado; y
– la utilización del cactus Trichocereus o Echinopsis spp., mejor conocido como San Pedro, Huachuma (‘Wachuma’ en quechua) o Gigantón, para catalizar una especie de ‘sugestión inducida’.
Es preciso mencionar aquí que es importante entender conceptos básicos como ‘hechos’, ‘conjeturas’ e ‘hipótesis’. Proponemos los siguientes argumentos y ejemplos para aclararlos.
i. HECHO: «En el 2001 el equipo de investigación del Dr. John Rick encontró 20 caracolas en la Galería de las Caracolas en el Centro Ceremonial Chavín de Huántar«. Un hecho es verificable, tiene evidencias: testimonios, fotografías, pruebas, materiales, etc. La afirmación anterior es un hecho.
ii. HIPÓTESIS: «En un ritual conformado solo por hombres las trompetas de Strombus eran sopladas y utilizadas en la plaza circular del centro ceremonial Chavín de Huántar». Una hipótesis es una idea o explicación de algo que se basa en algunos hechos conocidos, pero que aún no se ha demostrado si es verdadera o correcta. La afirmación planteada es una hipótesis porque existen hechos como el haber encontrado las caracolas alrededor de la plaza circular y se cuenta con evidencias como iconografías en piedra que muestran personas portando y soplando las trompetas de concha. Pero, ¿es posible comprobar esto? Sumamente difícil, pero no imposible, tal vez si se encuentran más evidencias como hallar tumbas con cuerpos arqueológicos femeninos con conchas Spondylus princeps y cuerpos masculinos con caracolas Strombus galeatus.
iii. CONJETURA: «En un ritual conformado solo por hombres las trompetas de strombus eran sopladas en la plaza circular con el objetivo de promover un sistema de creencias diseñado que beneficiaba solo a la élite que dirigió la construcción del Centro Ceremonial Chavín de Huántar mientras el resto de la población era manipulada». Una conjetura es una opinión o idea que se construye a partir de la búsqueda de una explicación sin estar seguro de los hechos. La afirmación propuesta como ejemplo es una conjetura porque no hay forma de saber sin lugar a dudas, a través de la evidencia material arqueológica, si esta actividad tenía lugar con el objetivo planteado. Y, menos aún, saber a ciencia cierta las características, principios y postulados de tal sistema de creencias.
De lo anterior, la afirmación de que las trompetas eran sopladas en la plaza circular es solo una hipótesis más no un hecho. Estas consideraciones son importantes de tener en cuenta al momento de elaborar teorías ya que en la ansiedad de la búsqueda de financiamiento para investigar o publicar, las conjeturas empiezan a acumularse y los investigadores terminan creyéndolas ellos mismos.
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