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RE-FLEXIONES ACERCA DE EXTRAÑAMIENTOS Y REHABITACIONES CORPORALES QUE ATRAVIESAN ESPACIO-TIEMPOS CÓSMICOS DELIMITADOS POR LA GRAN PANDEMIA – Una entrevista con Ana Laura Ossés
Por Carlo Brescia
Junio 2020
ANA LAURA OSSÉS es bailarina, artista escénica y escribe en torno a la danza y la poesía. Es terapeuta corporal de bioenergética e instructora de Hatha Yoga. Se dedica a las prácticas corporales y artísticas como campo de conocimiento, pedagógico y artístico. Como gestora cultural ha participado en la organización de conversatorios, talleres y laboratorios. Participó en el retrato documental Reflejo Narcisa (2015) de Silvina Szperling sobre Narcisa Hirsch, la pionera del cine experimental en Argentina. En Perú co creamos el videodanza Kutiwachakuy / Renacer (2014) y en Tucumán me tocó acompañarla en la marcha por la libertad de Belén en agosto de 2016 en su faceta activista por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Sostiene Vía Espacio, un espacio virtual y presencial, en dónde comparte sus propuestas que vinculan el espacio con el recorrido, tránsito o trayecto en el tiempo.
> Ana Laura con el vestuario de LINDE. Foto por Martin Treslobos.
1. Carlo Brescia: Ana, que gusto. ¿Cómo estás? ¿Cómo transitas esta pandemia? ¿Cuáles son algunas de tus reflexiones sobre ti y tu alrededor que nos quieras compartir?
Ana Laura Ossés: Hola, me encuentro bien. Muchas gracias por invitarme a este diálogo.
En este contexto que nos toca atravesar tengo la suerte de poder quedarme en casa y en contacto con mis actividades y trabajo de manera remota. Es un momento muy particular y especial, mas allá de que no es la primera pandemia que atraviesa la humanidad, considero que es una oportunidad para amplificar aspectos de nuestra vida personal y colectiva. De poder mirar con más tiempo y detenimiento los procesos emocionales, energéticos, psíquicos, sociales y culturales que nos atraviesan y atravesamos.
A su vez siento que las desigualdades sociales, culturales se vuelve más visibles, que las problemáticas que afrontamos como humanidad están en el foco de quienes queremos construir una vida más colectiva, más justa y con iguales derechos para todas, todos y todes.
En lo personal me siento muy privilegiada e intento desde mis privilegios aportar un gratino de arena, a su vez en mi entorno y en mi país veo solidaridad, compromiso, escucha e interés por lo que le pasa al otro. En lo laboral sigo poniendo el foco en construir respetando la singularidad y necesidad de las personas que se acercan a Vía Espacio.
> Fuente: Instagram de Ana Laura.
2. Estudiaste Artes de la Escritura en la UNA en Buenos Aires. Leí algunos de tus textos en Segunda Cuadernos de Danza. Escuché la conversación que tuviste con Rosana Barra recientemente. Danzas con las palabras. ¿Qué te encanta de escribir? ¿Por qué es importante para ti? ¿Cuál es su resonancia con la oralidad?
Sigo estudiando, pero voy muy de a poquito con la carrera. La escritura me acompaña de manera cotidiana, así y todo la escritura en mi vida también es un gran anhelo, siento que aún no le di el espacio que me gustaría. Las palabras y los pensamientos, las reflexiones y ganas de escribir casi siempre se presentan a partir de vivencias en torno a lo corporal. Luego de que la vitalidad circule en algunas experiencias donde el cuerpo y sus vibraciones están presentes. Ya sea desde al amor, la amistad, una vivencia cotidiana o el arte. En segunda cuadernos de danza construimos un espacio, una revista en torno al cuerpo la danza. Fui parte de segunda a lo largo de 7 años, escribí textos en forma de comentarios de obras que iba a ver mientras estaban en cartel en la ciudad de buenos aires, también reflexiones y algunas entrevistas. Hicimos un libro que reúne este material más antológico y nuevos escritos que los presentan, a su vez integramos textos de quienes queríamos poder leer algo, en mi caso invite a Rhea Volij, maestra de danza butoh que escribe unos textos muy interesantes sobre la composición en danza. Organicé tres encuentros de diálogo entre artistas que reflexionan de alguna manera en su práctica en torno a la danza butoh y las prácticas japonesas, de estas experiencias devinieron textos para compartir las resonancias del encuentro.
En casa y en mis bolsos que llevo a todos lados tengo cuadernos, diarios íntimos sin candados donde vuelvo pensamientos, preguntas, reflexiones y que quizás algún día organice para poder compartir mis prácticas y mis sentires.
3. ¿Qué estás leyendo en estos días? ¿Por qué vas hacia ese(os) textos? ¿A dónde te llevan?
Estoy estudiando, releyendo textos en torno a la bioenergética, volviendo a poner el foco en mi formación, repasar desde una mirada actualizada años de práctica y estudio. Lo mismo con textos sobre danza butoh y yoga, como el sistema de los chakras por ejemplo. Como lecturas de Antonin Artaud quién desde su crudeza aporta una mirada brutal sobre el cuerpo y el arte al igual que lo hace la danza butoh.
Es un momento de articulación en una capa un poco más profunda.
A su vez me encanta leer literatura y poesía, los últimos libros que leí se llaman Las Malas de Camila Sosa Villada y La Doble de Paula Jiménez España. Camila es una mujer trans de la ciudad de Córdoba, el libro es muy potente, poético, da cosquillas y deja salir lágrimas narrando una crónica real ficcional y poética sobre las travestis del parque Sarmiento. Paula es una mujer lesbiana de buenos aires, me gustó con la dulzura y sabiduría que escribe sobre una ruptura amorosa y lo que hace con algunas palabras, donde las espeja, las desarma, las articula, las hace sonar y cobrar diferentes significados.
Camino por la casa con el libro de Marlene Wayar, que fue guía para realizar LINDE. Me gusta leer a las mujeres trans, siento que hablan con una ternura, potencia y crudeza con la que afino y siento sintonía, mas allá de nuestras realidades diferentes.
También estoy leyendo Fabulaciones del cuerpo japonés y Lecturas del cuerpo en Japón de Christine Greiner, que son dos libros de Notaciones Abisales, una editorial independiente autogestiva de colegas y amigas.
Me interesa estudiar sobre Japón, su complejidad, los múltiples sentidos de una palabra, su composición interna y vibracional. Lo polimorfo y espeso de los diagramas, sus pinceladas, sus trazos. Así como de las iconografías de América y la puerta que abre la cosmovisión andina como campo de conocimiento. Tengo muchas ganas de volver a Chavín.
Todas las lecturas me aportan una mirada actualizada, una manera de des-conocerme, de permitirme seguir hilvanando el camino frondoso y misterioso sobre el que pendo.
> Ignacio Litvac y Ana Laura en HORDA (2017), dirigida por Rhea Volij. HORDA es la trama viva que subyace los falsos opuestos entre “civilización y barbarie”, un cuerpo social que devela el encuentro con lo extraño, lo extranjero, la otredad y la subestimación como estrategia de poder y supervivencia. Fuente: Página Facebook de HORDA.
4. Las grandes crisis nos hacen reflexionar sobre lo importante, lo esencial, lo vital. Se hacen visibles muchas cosas. La expresión a través del cuerpo y el movimiento, ¿se hace más vital? ¿Has logrado percibir algo?
Creo que es un momento de una gran agudeza y escucha sobre el tiempo presente. Me interesa la posibilidad de hacernos preguntas, preguntas que quizás se habían acomodado en nuestros hábitos y que la pandemia sacude fuerte abriendo mas la escucha, la propia y la colectiva.
Pienso en la palabra como toque, las posibles formas de tocar y ser tocadxs en esta virtualidad
A su vez en las clases que doy y tomo, en las charlas que participo de forma virtual se manifiestan los campos energéticos y vibracionales, la información circula aunque no estemos en contacto táctil.
Siento y pienso en cómo seguir abriendo espacios internos y no congelarnos o contenernos porque no podes salir a un “afuera”. Cómo seguir dando lugar a la vitalidad con el limite claro que se nos impuso. A su vez el cuerpo guarda memorias, la conciencia que guarda el cuerpo es cósmica, confió en que se nos está invitando a percibir nuevas formas en lo vincular, en lo relacional, en el respeto y la honra por la vida.
A su vez a veces estoy cansada, me faltan los abrazos, el contacto, la posibilidad de acercarme a quienes amo y extraño.
5. Las pandemias y crisis transforman. ¿Se debe transformar la danza? ¿Quieres que se transforme?
Somos parte de un contexto, creo que nos estamos transformando con él. Si no nos pasa nada ya estamos medio muertos. Para mi esta bueno seguir haciéndonos preguntas sobre el cuerpo, cómo es el cuerpo ahora, como será el cuerpo después de la pandemia, que hábitos cambiaran, cómo en los trayectos que hacemos de la cama al living, de la cama a la clase, de la cama al trabajo. El cuerpo esta diferente, esta conectando nuevas neuronas, y a la vez noto que los condicionamientos que tenemos son muy difíciles de modificar. Es paradójico.
> En el videodanza Kutiwachakuy (2014) filmado en el sitio arqueológico de Willkawain en Áncash, Perú.
6. ¿Cómo te ha transformado la danza butoh? ¿Y la práctica de las asanas del yoga? ¿La transformación es del cuerpo, la mente y el corazón?
Mucho, la danza butoh me interesó profundamente justamente por su posibilidad de transformación, incluyendo la gran pregunta sobre ¿Quién soy? ¿Qué toma esta danza para ser bailada? A su vez el yoga, sus asanas, sus arquitecturas.
Me interesa la pregunta sobre lo formal: ¿Cómo habitamos la formas que vamos teniendo cada vez? Son técnicas que le dan importancia a esto: cada gesto, cada dirección, cada apertura del cuerpo, trae una sensación, un afecto, un pensamiento, una palabra. A veces moverse, ampliar simplemente la respiración, implica un movimiento del espíritu y puede traer experiencias muy grandes.
Pequeños y grandes movimientos espirituales cotidianos.
Antes de practicar danza, yoga, bioenergética, me sentía muy extrañada en mi cuerpo pero era un extrañamiento por sentirme disociada, no identificada con él.
Estas prácticas proponen ciertos extrañamientos, dislocamientos de lo cotidiano, sin embargo en un sendero inclusivo, donde podamos percibir y escuchar diferenciando las partes, las capas que nos componen para adentrarnos en la complejidad que somos y que nos habita.
El cuerpo es un gran misterio, sus ritmos, sus pulsos, las múltiples singularidades en cada une.
En mis prácticas trabajo en articular potenciar tanto mi campo artístico como terapéutico. Considero que hay que diferenciar y valorar mucho los tránsitos de cada proceso.
7. En las culturas originarias la danza, al igual que la música y el canto, es ofrenda. ¿A dónde te lleva lo anterior? ¿Existe algún proyecto que te gustaría realizar?
Me gustaría estudiar la danza en relación a la cosmovisión de Chavín de Huántar.
Profundizar en la integración de las técnicas que realizo incluyendo esta mirada. Así como estudiar los procesos migratorios de la danza butoh, su llegada a la Argentina y a Latinoamérica.
> Ana Laura bailando en el cierre del simposio de plantas y humanos del congreso de arqueología argentina en Tucumán, 2016. Foto por Iván Zigarán.
8. El 2016 danzaste en el cierre de un simposio en el Congreso de Arqueología Argentina en Tucumán. Antes en Salta estuvimos con el taller de cosmovisión andina y butoh. ¿Cómo te resuenan esos tejidos inter y trans disciplinario mediáticos?
Fueron experiencias muy enormes para mí, dejaron una huella de mucha gratitud. Además fue un viaje divertido que tuvo movimientos inesperados.
Empezó en Tucumán participando del Congreso Nacional de Arqueología en el Simposio “¿DEDICAS TU VIDA A APRENDER SOBRE LAS PLANTAS? ES LO MÁS SENSATO QUE HE OÍDO DECIR A UN BLANCO EN TODA MI VIDA”.REFLEXIONES DISLOCADAS ENTRE HUMANOS Y PLANTAS. La propuesta de este encuentro es hablar de plantas y humanos e invitamos a repensar el vínculo. Convocamos a abordajes arqueológicos y etnográficos, trabajos y experiencias que nos permitan bucear en estas relaciones en el pasado y en el presente y quebrar algunos sentidos propios.
Yo era una especie de paracaidista en ese encuentro, sin embargo me recibieron, me invitaron a pasar, a escuchar, y a bailar en el cierre después de tu charla y con tus sonidos chamánicos. ¡Fue hermoso!
Luego, en Salta, donde fuimos a visitar el museo de arqueología de alta montaña. Yo ya había visitado el lugar pero mi interés en acercarme más al hallazgo de los niñxs del volcán de Llullaillaco seguía latente. En ambas ocasiones me tocó ver a la niña del rayo; en mi altarcito aún conservo un papel que escribí cuando salimos del museo a comer unas empanadas salteñas: “escuchar el corazón, para que la mente resuene con él”.
La experiencia del taller que coordinamos juntos creo que fue potente, me interesó la articulación de la mirada chamánica a través de la ingestión de plantas, y la danza. Ambas propuestas pueden ocasionar un corrimiento de nuestro estado de conciencia habitual, alterar la capacidad de habitar el cuerpo y de permitirnos escuchar estados de transformación internos y profundos.
Estoy focalizando en reactualizar esa mirada chamánica en los pequeños gestos, es los quehaceres cotidianos, en los espacios que habito, ahora más que antes, en mi casa. Luego de escuchar tu charla la semana pasada me quedé pensando en que todos los espacios que habitamos son el cosmos, y en la ritualidad que acontece en cada uno de esos espacios. Como decías, en la cocina no solo se hace la comida para nutrirnos, también se charla, se baila, se hace el amor, se discute. El uso múltiple y ampliado de los espacios así como el propio cuerpo me parece interesante y me motiva alegremente pensar y sentir en torno a estas preguntas. Durante la pandemia me di cuenta que habité mi casa de maneras desconocidas para mí, me senté en lugares que nunca me había sentado, hice yoga en otros, caminé por arriba de la cama, no fue a propósito, el cuerpo fue encontrando nuevas maneras de habitar y de ser parte con el espacio delimitado. Creo que de alguna manera siempre estoy inmersa en la escucha extra-ordinaria de nuestra existencia.
> LINDE, obra dirigida por Ana Laura Ossés (2019), obra que indaga en las posibles geometrías vinculares en relación a los trazos del deseo sobre el cuerpo, en la relación entre la crueldad y la ternura y en la sexualidad. Fuente: Página Facebook de LINDE.
9. Hablemos de tu opera prima como directora de obras de danza. Me encantó LINDE. Felicitaciones. Me pareció potente en varios sentidos. ¿Cómo surgió la idea y cómo fue el proceso creativo?
La idea parte de la pregunta y la relación entre las fuerzas femeninas y masculinas que viven en un cuerpo, en cada une. Conocer Chavín y su composición desde la dualidad me inspiró. Esta primer idea me llevó más intensamente a mi interés por lo trans, no solo en términos de género, sino de transformación, de tránsito.
En cuanto al lenguaje coreográfico, LINDE reelabora las tradiciones de la danza a partir del contacto y de la danza butoh, generando una nueva síntesis en función del tema que atraviesa la obra. La pregunta que guía el proceso de creación de LINDE es ¿Qué hay de trans en mí? Es esta pregunta la que permite actualizar en este nuevo contexto la idea de lo trans más allá de su asociación con el género, de lo que considero está en el origen de la tensión entre la naturaleza y la cultura.
Fue un proceso creativo diverso. Empecé con LINDE hace más de dos años y la grupalidad que somos ahora se alcanzó con este tiempo, empezamos siendo dos y ahora somos siete. Tres intérpretes de danza, vestuarista, asistente de dirección y música e iluminadora, yo bailo y dirijo.
En 2019 realizamos 5 funciones, fueron potentes, carnales, crudas y me ayudaron a poner luz en los conceptos que me interesan seguir abordando y trabajando ya que aún queda parte por hacer y profundizar, como es el caso de lo sonoro que atraviesa la obra y la iluminación.
La poética de LINDE gira alrededor de estas tensiones planteadas en donde la partitura rítmica de las respiraciones, la percusión de los movimientos y las vibraciones de los cuerpos junto con un ambiente de luz diurna componen el espacio ficcional de la pieza coreográfica. LINDE adopta en cada escena la estructura de un “ritual de pasaje” en donde la alianza amorosa entre las tres mujeres es una condición para que la metamorfosis sea cumplida.
> Fotografía de LINDE por Viqui Cozzarín.
10. ¿Y la experiencia como directora? Cuéntanos que aprendiste. ¿Qué fue lo menos y lo más complicado?
Aprendí muchas cosas, creo que la más importante para mi es haber hecho contacto con mi deseo de hacer obra y con la posibilidad de hacerla.
La importancia de crear redes, de la potencia de la grupalidad, de la entrega que pueden tener las personas cuando están en un proyecto que las interpela y les interesa. Así como lo atractivo de crear, abrir y habilitar un espacio creativo donde la singularidad de cada persona pueda desplegarse.
A su vez la importancia de ocupar el rol de directora. Me motiva y me importa mucho la composición en danza. Que el cuerpo se transforme en el proceso de hacer obra y en el de encontrar los hilos por donde tirar para que eso suceda, ver el transito que recorrer y a donde me van llevando.
> Fotografía por Carolina Arandia.
11. Sobre tu rol de terapeuta. La terapia busca aliviar o curar un síntoma o enfermedad. ¿Qué has aprendido sobre aliviar o curar? ¿Cuáles son las enfermedades que más nos abordan? ¿Qué es primero: la energía o la enfermedad?
Vivimos porque somos seres complejos, hay tensión, hay conflictos.
La enfermedad es posterior a una energía sin posibilidad de tener un cauce vital y a su vez es posibilidad de mirar y de poner el foco en eso que necesitamos atender, es expresión de algo que se manifiesta de esta manera, y que por suerte lo hace, dando la posibilidad de atenderla.
Desde mi rol de terapeuta de bioenergética me propongo acompañar los procesos que cada persona trae desde los procesos energéticos que se manifiestan. Ocupar el rol implica prestarse a una experiencia vivencial y modificadora cada vez al mismo tiempo que es necesario sostener el marco y la diferenciación sobre lo que a la persona le sucede con mis propias creencias o sugerencias. Es un aprendizaje que me lleva una vez más a escuchar desde la resonancia del cuerpo, del misterio de las palabras, de las sensaciones que traen información. A su vez hay una observación desde la mirada bioenergética del cuerpo en función de las estructuras de carácter. Siento que es un camino que comencé y que trajo grandes regalos. En yoga por ejemplo, que la mirada no es terapéutica en este sentido, trabajé con muchas personas que tienen una dolencia o sintomatología particular en su cuerpo. Creo que el abordaje de la bioenergética también aporta poder mirar con mayor compasión quiénes somos y que nos pasa, para ablandar las corazas que nos pusimos para sobrevivir. El acorazamiento tiene que ver con tensiones musculares crónicas, zonas del cuerpo que se sobrecargan, zonas donde la energía se estanca o directamente no llega. Con el tiempo si sostenemos esa pauta se pueden generar desequilibrios crónicos o trastornos funcionales que expresan los problemas que nos generan la tensión, a veces transformándose en síntomas. Como decía al inicio las corazas nos ayudaron a estar hoy acá y a ser quienes somos pero podemos vivir más libremente si las miramos tocamos e invitamos a respirar.
12. ¿Quieres cerrar con alguna reflexión? ¿Algún mensaje para les jóvenes que quieran entrar al mundo de la danza?
Creo que es el mismo mensaje que me digo internamente cada vez: el trabajo corporal es posible para todes, celebro el movimiento como expresión vital de lo que nos pasa y como interés profesional, artístico, pedagógico, cada quien lo abordará desde donde desee. Si alguien desea dedicar su vida al aprendizaje y estudio de prácticas corporales es importante saber que es posible y seguir esa inquietud, no importa la edad que se tenga. Yo empecé a bailar a los 20 años, llevo 15 años estudiando y aprendiendo. Y aun así siento, y sé, que hay un arduo camino por delante porque me interesa la relación sensible con el cuerpo, con las técnicas que consideran la importancia del cuerpo como lugar posible para el aprendizaje, para el desconocerse y conocerse, para el misterio y la trasformación transpersonal. Confío y creo en que todo lo que queramos hacer, habitar y ser es con y desde nuestro cuerpo.
Siempre Gracias Carlo.
Junio 2020.
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– El Arte, la Naturaleza y la Mutación de la Piedra – Otra Entrevista con Marcia De Bernardo (Septiembre 2016)
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